Finalmente, el día de salida llego. Empezó excelente, no estaba emocionado ni ansioso. Estaba relajado y listo. El tumulto de emociones había sucedido en los meses preliminares a este día, pero ahora estaba deseando empezar a rodar.

Hubo algo que hizo el primer día mucho más fácil. No estaba partiendo solo.

La vida tiene esta manera de poner gente en tu camino que te hace preguntarte cual es el gran plan o casualidad. Yo pienso que ellos siempre aparecen en el momento perfecto. A pesar de que ellos dirían “muy tarde”, yo digo “justo a tiempo”.

¿Ves? Yo puse online que me estaba yendo para mi viaje por el mundo y Javier y Eduardo me contactaron y se presentaron. Conectamos, nos hicimos amigos bastante rápido y me ofrecieron viajar conmigo el primer día.

Y simplemente así, ellos hicieron mi día de partida uno de los más divertidos que he tenido en bastante tiempo.

No me puedo imaginar lo difícil que hubiera sido si hubiese tenido que rodar solo ese día soleado de Octubre, con mis pensamientos, miedos y ansiedad.

Su apoyo y presencia hicieron toda la diferencia, y por eso amigos, siempre les voy a estar agradecido.